¿Qué ha pasado con Suecia? Ahora somos el país de Europa que tiene el mayor número de tiroteos relacionados con las pandillas, una exclusión creciente y unos precios de la electricidad que se disparan, a pesar de tener la cuarta carga fiscal más alta del mundo. No podemos seguir así.
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Suecia, que solía ser uno de los países más seguros del mundo, es ahora uno de los países de Europa más afectados por la violencia mortal del crimen de pandillas. El país que se promocionaba como un modelo a seguir en el cambio climático, ahora quema petróleo para calentar las casas cuando sopla muy poco viento. Y el país que solía enorgullecerse de una elevada ética de trabajo y de la igualdad de oportunidades en lo que respecta a la movilidad social, tiene ahora 1,3 millones de personas que no pueden mantenerse por sí mismas.
Suecia tiene grandes problemas, pero se pueden resolver
No es razonable que Suecia se haya convertido en el país de Europa con más tiroteos relacionados con las pandillas y que al mismo tiempo sea uno de los países con menor densidad policial del mundo. No es razonable que se haya llegado al punto de que una de cada tres mujeres tenga miedo de salir por la noche. Que los niños sean asaltados y humillados en plena calle. Que violadores condenados reciban mayores indemnizaciones que sus víctimas. No podemos seguir así.
No es razonable que las familias puedan llenarse de subsidios a tal punto que para los que pueden trabajar, al final no merezca la pena tomar un empleo. No es razonable que los empresarios compitan por la mano de obra con el sistema de subsidios. Que la exclusión y el número de zonas desfavorecidas estén aumentando, a pesar de décadas de debate sobre la importancia de la integración. No podemos seguir así.
No es razonable que menos de la mitad de los enfermos de cáncer de mama y de próstata reciban atención oportuna, que los resultados escolares bajen y que la atención a los ancianos sea deficiente, en un país que tiene la cuarta carga fiscal más alta del mundo y donde la mayoría de las personas paga más de la mitad de sus ingresos en impuestos. No podemos seguir así.
No es razonable que un país que ha construido gran parte de su prosperidad sobre la base de un acceso excepcionalmente bueno a una electricidad libre de combustibles fósiles, fiable y asequible, y que está disponible tanto en el norte como en el sur del país, elimine de manera activa la energía nuclear que está en funcionamiento. No podemos seguir así.
Entonces, ¿cómo podemos poner orden en Suecia?
Nadie puede negar que Suecia tiene grandes problemas, pero se pueden resolver. Todo esto requiere un nuevo gobierno después de las elecciones de 2022. Un gobierno que pueda trabajar con todos para hacer lo que se necesita.
- Para controlar la delincuencia es necesario endurecer las penas en proporción a la gravedad del delito e implementar una política de justicia que proteja más a la víctima que al delincuente. Leer más
- La lucha contra la exclusión y la dependencia de los subsidios requieren una política laboral que haga siempre más rentable trabajar que recibir un subsidio. Leer más
- Para hacer frente a la crisis energética es necesario invertir en energía nuclear a fin de asegurar el suministro de electricidad y reducir la huella climática. Leer más
- Y necesitamos obtener valor por el dinero de los impuestos, en forma de un bienestar que haga honor a su nombre. Leer más